Balastro electrónico

Las lámparas o luminarias que se utilizan en el cultivo de cannabis necesitan de un balastro para funcionar, por lo que en este caso vamos a hablar de los Balastro electrónico para el cultivo de cannabis. Recordemos que el balastro es un equipo cuya función es mantener estable y limitar la intensidad eléctrica de una lámpara, siendo indispensable en caso de que se utilicen lámparas de tipo MH, HPS y LEC.

¿Para qué sirve el balastro?

Antes de entrar en detalle sobre los balastros electrónicos, debemos saber para qué sirve un balastro. En términos simples este es un aparato que permite mantener estable y controlar el flujo de la corriente eléctrica, lo cual hacen a partir de una fuente de alimentación.

Además, se utiliza para varios tipos de lámparas como pueden ser las de vapor de sodio, vapor de mercurio o de haluro metálico. No obstante, debemos saber que algunas clases de focos necesitan balastros internos para funcionar, entre ellos los fluorescentes, ya que el balastro proporciona el voltaje de salida necesario.

¿Cómo funcionan los balastros?

Lo primero que debemos saber es que actualmente hay dos tipos de balastros, los magnéticos y los electrónicos, en este caso nos vamos a centrar en los segundos. Ambos trabajan para mantener estable y limitar la intensidad eléctrica que recibirán nuestras lámparas de cultivo, sin embargo, lo hacen de forma diferente.

En el caso de los balastros electrónicos se basan en una tecnología diferente a los magnéticos para cumplir la misma función, siendo mucho más eficientes en el proceso. En concreto funciona con una placa y un microprocesador los cuales controlan el circuito, el cual produce una corriente de alta frecuencia.

Ventajas de los balastros electrónicos para el cultivo de cannabis

Los balastros electrónicos son la mejor opción para los cultivados, para empezar, pesan menos y desprenden mucho menos calor que los magnéticos. Además, son más efectivos y se pierde menos energía en forma de calor, además, cuenta con potenciómetro lo que permite alternar lámparas de distintas potencias con el mismo balastro.

Esto último quiere decir que es una opción que permite utilizar una lámpara de 400W durante la fase de crecimiento y luego cambiarla por una de 600W para la etapa de floración. Además, con el uso de potenciómetro se consigue ahorrar considerablemente en la factura.

Otra gran ventaja frente a otro tipo balastros es que son más seguros, al no recalentarse demasiado hay menos riesgo de desconexión por sobretemperatura. En general ofrece una mayor seguridad para ti y para tus plantas, ya que mantienen una potencia constante.